Hace un año me casé y ya estoy separada. Suena un poco ridículo, pero nada original. Resulta que siempre recuerdo esas fechas, soy una persona que recolecta notas del calendario, quizás para que el tiempo no pase en vano o, quizás, porque soy vanidosa y creo estar haciendo historia. No siento demasiada nostalgia de ese matrimonio, fallido por cierto y, ahora puedo decirlo así, algo falso. Un año después de dicho evento, miro por las ventanas incrustadas en el techo de un domo. Pienso en una frase que me dijo una de mis primeras parejas: "pensé que moría y no pasó nada". Me sorprende lo poco que siento. Hay una nostalgia presente, pero idealizada, como si me mirara como un personaje de ficción de alguna película setentera. Esas en blanco y negro donde siempre llueve y el amor es fugaz. Pienso también en qué me llevó a querer estar con alguien que no lee, o no tiene amigos, o básicamente no tiene nada. Un desprendimiento extrañísimo, como si la vida no importara gr...